Body piercing

Piercing es una práctica de perforar o cortar una parte del cuerpo humano, generalmente para insertar aretes o pendientes. Estas perforaciones son una forma de modificación corporal y reflejan tanto valores culturales, como religiosos y espirituales, y además parte de la moda, erotismo, inconformismo o identificación con una subcultura.

Su origen:

Las diferentes culturas del mundo, a veces desconocidas por las sociedades más avanzadas, son la cuna de esta práctica, el perforado, como rito o señal de pertenencia a una u otra tribu, o a veces para indicar que una persona es ya madura. Dicha práctica difiere de las actuales, donde un perforado se coloca normalmente por cuestión de belleza.

Los esquimales son los que originariamente emplearon los perforados de nombre "labrets", que en su mundo se practicaba en los jóvenes que pasaban de ser niños a adultos responsables con cualidades y actitudes ya para salir a cazar con sus mayores. Otro de los orígenes de la perforación corporal está en las tribus mursi y masái, en concreto en la población femenina, que deforman su cavidad bucal con discos para aumentar de tamaño la boca y alargan sus lóbulos llevando unos carretes metálicos de gran tamaño.

Actualmente, algunas tribus han heredado dicha práctica de antaño. Los guerreros Potok portan en su boca un disco labial y se atraviesan el tabique nasal con una hoja de árbol. Las mujeres de Nueva Guinea atraviesan con una espina de pez las aletas nasales y el tabique, mientras que los hombres llevan en el tabique dientes de pez. Las mujeres Tinglit se agujerean su cuerpo como muestra de paso de la pubertad a una madurez en todos los sentidos, pero sobre todo sexual.

Y antiguamente, las tribus Sioux, hacían a los jóvenes someterse a una prueba consistente en perforarse el pecho con garfios colgándose con cuerdas a un árbol hasta lacerar la piel, de esta forma demostraban que estaban preparados para ser guerreros.

Los antiguos mayas practicaban el perforado perforando el labio, nariz y orejas con las joyas más caras que podían permitirse y los indios Cashinawa se perforaban la nariz para insertarse plumas de colores que indicaban su rango y su madurez.

Sobre la perforación:

Para colocar el perforado, primero se marca con un bolígrafo especial, el lugar a perforar, luego se pasa a perforar con la aguja. Según el lugar, el proceso puede variar.

La perforación consiste en la implantación, generalmente decorativa o ritual, de un pendiente en diferentes partes del cuerpo. Para su realización se lleva a cabo una pequeña perforación con una aguja especial (llamada cánula o catéter) en la zona deseada de la anatomía, luego, se procede a introducir el pendiente en la cavidad efectuada con dicha aguja.

En la primera implantación, sólo se pone titanio, porque es antibacteriano. En los posteriores cambios de perforado ya es posible ponerse cualquier otro tipo de metal. Éstos han de estar esterilizados y guardados en bolsas o recipientes estériles hasta su uso, y ser aptos para su uso como perforados.

Cicatrización:

Después de estar realizado el perforado, la persona no debe exponerse a baños prolongados de piscina o bañeras de hidro-masaje, durante los dos primeros meses. Exponerse al sol, también es perjudicial, ya que los rayos ultravioletas no son beneficiosos para la desinfección de la piel perforada y no favorecen a la cicatrización.

Los aros, deben limpiarse bien durante el periodo de curación y con las manos lavadas con jabón neutro antes de tocarlo. Dependiendo del lugar de ubicación del perforado, tarda entre cuatro y ocho semanas el proceso de curación.

Tiempo de cicatrización:

  • Cartílago de la oreja, de 6 a 8 meses.
  • Lóbulo, de 1 a 3 meses.
  • Ceja, de 5 a 9 semanas. El entrecejo suele tardar más en cicatrizar que los laterales de la ceja.
  • Fosas nasales, de 6 a 8 semanas. El septum suele tardar menos y el puente nasal suele tardar algo más que el cartílago.
  • Ombligo y barriga, de 3 meses a 1 año o hasta 1 año y medio (varía de persona a persona).
  • Labios y alrededor, de 4 a 5 semanas rara vez hasta 2 meses.(Depende del cuidado que se le de) No remover el piercing sin haber cicatrizado, alarga su cicatrización y riesgo de infección.
  • Lengua y frenillo lingual, de 1 a 2 meses.
  • Genitales femeninos, de 2 a 3 semanas.
  • Genitales masculinos, de 2 a 6 meses.
  • Frenillos bucales (labio superior e inferior), a partir de un mes, aunque suelen tardar menos.
  • Tragus, de 10 a 12 semanas.